Germán Payo Losa estudió Magisterio y dos licenciaturas: Teología e Inglés. Lleva 24 años dirigiendo talleres de humor y 14 dando cursos de humor para adultos en universidades, hospitales y en otras instituciones. Ha ideado y promovido el programa "Educa desde el Humor", aplicado en el Colegio Antonio Machado de Salamanca, presentado en congresos, conferencias y cursos en diversos países de Europa y en Estados Unidos, y merecedor de 2 premios nacionales de experiencias educativas innovadoras. Ha editado dos revistas de humor. Escribe artículos y libros. Es miembro de la Sociedad Internacional de Estudios de Humor.
Payo Losa explica cómo resolver una situación en la que un alumno insulta a un profesor. "Yo tengo dos opciones: una reacción solemne en la que aviso al alumno que insultar al profesor es una falta grave que merece ser castigada, y otra en la que saco la sonrisa y le digo que si lo que pretende es aprobar, el mejor camino no es decir estas cosas a quien le puede suspender".
En ocasiones, los problemas en clase están relacionados con la falta de interés del estudiante. El experto pone como ejemplo a un alumno que no quería estudiar bajo ningún concepto y dedicaba buena parte de sus esfuerzos a provocar que el profesor le expulsara de clase. Un día, Payo Losa le propuso cambiar los papeles, de forma que el díscolo Julián hiciera de profesor ante la clase. Ni corto ni perezoso, el chaval se puso en pie y dirigiéndose al resto de la clase ordenó: "Venga, todos a sacar el libro, el boli y una hoja de papel. Y tú, Julián, ¡cállate de una vez!". El resto fueron risas.
A veces dan resultado frases dirigidas a alumnos difíciles como 'menos mal que vienes tú a clase, porque en caso contrario no sé con quién perdería la paciencia', o 'hoy has estado bien, porque sólo te he tenido que llamar la atención ocho veces en lugar de las 12 de ayer". Aunque no siempre sirvan para integrar al alumno, ayudan a rebajar la tensión.
Este profesor sugiere algunas fórmulas que a él le han funcionado como docente en el colegio Antonio Machado, de Salamanca. Para crear un ambiente agradable propone realizar "cuadernos de observación" que recojan anécdotas divertidas y meteduras de pata en clase. O usar una parte de los tablones de anuncio para colgar chistes, dibujos humorísticos y otros materiales jocosos que llegan por Internet o que aparecen en la prensa, hacer una revista de humor entre todos, organizar concursos de risas...
Más información en http://www.educahumor.com/
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