Ya que la finalidad de las habilidades comunicativas y sociales es mejorar la relación docente-alumno/a, indicaremos aquellos aspectos que facilitan el proceso de comunicación con el alumnado/a y que pueden ser aplicables en cualquier acción formativa (incluido nuestro taller de Risoterapia):
- La elección de un ambiente tranquilo y acogedor, evitando la comunicación en lugares de tránsito continúo de personas (como los pasillos, el patio del colegio, etc).
- La calidez humana es fundamental, acoger al alumno/a con un gesto tan sencillo como estrecharle la mano, colocarla en su hombro, acompañando el gesto con expresiones de apoyo y un tono de voz pausado y sincero.
- Buscar el momento mas propicio, es decir, disponer de tiempo para la comunicación y cuando el profesor/a como el alumno se encuentran bien emocionalmente.
- Debemos preguntar sin dar nada por hecho y dejando que el alumno/a nos sorprenda; por ejemplo “Cuándo dices que mis clases son un rollo, ¿a qué te refieres?. De este modo podemos obtener información sobre sus necesidades, objetivos, preocupaciones, intereses, estado emocional, dudas, temores, etc. Lo que sin duda ayuda a que el propio alumno medite sobre su situación personal y nos lo haga saber, aumentando su confianza hacia nosotros.
- Lo que NO debemos hacer en su lugar es acusar, amenazar o exigirle al alumno; “No vas a conseguir nada con tu forma de actuar”, “desde hoy vas a hacer esto o lo otro”
- Practicar la escucha activa y mirando los ojos. De sobra sabemos lo mal que sienta que cuando hablamos la persona a la que nos dirigimos se ausente con su mirada en otra parte.
- Pedir opiniones: ¡que tal si mañana damos una clase de yoga! Y expresar con claridad los deseos; ¡cuánto me gustaría que os sintierais bien durante las clases.
- Debemos evitar los juicios a priori “lo que hacéis es una necedad”, el poner etiquetas “sois una panda de vagos”, generalizar “Nunca estáis conformes”, “todos sois iguales”, “siempre vais de lo mismo”. O mofarnos cruelmente usando la ironía y el sarcasmo “¡oh, claro se me olvidaba que esto es pediros demasiado, supone mucho esfuerzo, no os vayáis a derretir los sesos pensando tanto!.
- Usar la misma jerga docente o un lenguaje muy tecnicista; “yo no voy de vuestro rollito”. Identificarnos con los argumentos de los alumnos, o empatizar con ellos no quiere decir que estemos de acuerdo con su opinión o conducta, una empatía global en frases como; ¡yo también te comprendo…! puede resultar hipócrita e incluso provocar una respuesta agresiva por parte del alumno, que va usted a comprender, si no vive en mi casa! Sin embargo una empatía más concreta; ¡entiendo que te sientas así por ello…! ¡Podemos lanzar entre todos algunas propuestas, (tormenta de ideas), resulta más eficaz. No debemos por el contrario menospreciar sus argumentos con frases como; “vaya chorrada que me estás contando”.
- Resaltar en la información los aspectos positivos: “Me siento satisfecho de vosotros porque estáis consiguiendo buenos resultados…. Evitar resaltar los aspectos negativos; “esto va de mal en peor, no sois capaces de lograr nada bueno”.
Fuente: Curso "La comunicación en el aula: Habilidades personales y herramientas tecnológicas". AULA VIRTUAL DE FORMACIÓN DEL SINDICATO DE ENSEÑANZA DE GRANADA.
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